Las familias olfativas nos permiten agrupar los perfumes según sus características similares. Antes de explicar los diferentes tipos de familias olfativas que existen es necesario saber que existe una pirámide olfativa, y te preguntarás ¿Qué es una pirámide olfativa? Pues son las fases por las que evoluciona un perfume al aplicarse:
- Notas de salida: son las más ligeras, las que desprende el perfume durante los primeros 10 minutos, es decir, la primera impresión. Generalmente son notas frescas y atractivas, como notas verdes, aromáticas, etc.
- Notas de corazón: son el alma de la fragancia, las notas más complejas. El objetivo de estas notas es dar identidad a las fragancias para diferenciarlas del resto. Estas se perciben pasados los 15 primeros minutos y suelen ser notas florales o afrutadas.
- Notas de fondo: son más voluptuosas que las de corazón, las responsables de poner el broche final al perfume. Aparecen a las 2 horas de aplicarnos el perfume dando logar al aroma más duradero de la fragancia. Suelen ser notas amaderadas, almizcladas, etc.
Las diferentes familias olfativas que existen son:
- Floral. Es la más popular y extensa de todas las familias. Al enriquecerla con notas accesorias dan lugar a fragancias florales verdes, acuáticas, especiadas, etc. Las notas más comunes en estos perfumes son: nardo, lirio, ylang-ylang jazmín y rosa.
- Fougère. Significa helecho en francés. Este término hace referencia al olor de un agradable paseo por el bosque. A menudo se describen como masculinas y recuerdan al olor de hierba recién cortada. Las notas más comunes son lavanda, musgo de roble, bergamota y hoja de violeta, entre otras.
- Cítrica o hespéride. Está compuesta por notas altas provenientes de cascaras de frutos como la mandarina, la naranja y el limón. Suelen ser fragancias suaves, unisex, perfectas para cada momento del día. Las notas más comunes en estas fragancias son: mandarina, limón, naranja, lima, pomelo y bergamota.
- Oriental. En esta familia predominan las especias, la madera y la vainilla. Son fragancias muy duraderas, sofisticadas y envolventes, perfectas para las estaciones más frías del año. Existen varias subfamilias como: floriental, oriental especiado y oriental amaderado. Las notas más comunes de esta fragancia son: vainilla, mirra, incienso, haba Tonka y pimienta rosa.
- Chipre. Esta familia se compone de fragancias más sofisticadas que se caracterizan por el contraste entre la base profunda que aporta el musgo de roble y las notas de salida ligeras y frescas como la bergamota. Las subfamilias más habituales son chipre frutal, chipre verde y chipre amaderado. Y sus notas olfativas más comunes son: bergamota, musgo de roble, jazmín y rosa.
- Gourmand. En esta familia olfativa encontramos aromas cálidos y duces acompañados por matices especiados. Debido a su carácter dulce y cálido, son perfumes ideales para estaciones frías del año. Sus notas más comunes son vainilla y haba tonka.
- Amaderada. Engloba aquellos perfumes en los que su nota definitoria es la madera (hojas, musgo, piñas, arbustos) Estos perfumes están compuestos por notas cálidas como el sándalo, notas secas como el cedro y notas frescas como el pino. Las notas más comunes en estas fragancias son: sándalo, patchouli, cedro Virginia y abedul.
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