Evita aplicar perfume sobre zonas muy sudorosas o con poros abiertos, ya que esto puede causar irritaciones o dermatitis. Opta por aplicar el perfume en áreas de pulsación como el cuello, las muñecas, detrás de las orejas y en los tobillos. Estas zonas emiten calor corporal, permitiendo que la fragancia se difunda de manera natural a lo largo del día.
Debido a que el calor del verano acelera la evaporación del perfume, es recomendable aplicar menos cantidad y con más frecuencia. Esto asegura que disfrutes de la fragancia durante todo el día sin necesidad de retoques constantes.
Si vas a estar al aire libre o en lugares muy calurosos, opta por fragancias más suaves. Para eventos nocturnos o en interiores con aire acondicionado, puedes elegir perfumes un poco más intensos, pero siempre evitando los aromas demasiado pesados o dulces.
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